lunes, 17 de septiembre de 2012

Adiós, Esperanza.


Hoy nos ha pillado por sorpresa a todos una noticia que va a dar mucho que hablar durante mucho tiempo. Esperanza Aguirre, sempiterna política de Madrid y de nuestro país, abandona la política. O mejor dicho, deja la primera línea de fuego de la actividad pública madrileña. 
La madrileña, que lleva más de media vida dedicándose al servicio político, ha ostentado casi todos los cargos que una persona que entra en este mundo puede tener. Concejal en el Ayuntamiento de Madrid, diputada regional, senadora, etc, pero hay tres cargos que seguro la han marcado durante su vida política.

El primero de ellos, su elección por parte de José María Aznar en su primera legislatura como Ministra de Educación y Cultura. Dicha cartera la dejó en manos de su hasta hoy “jefe” Mariano Rajoy, para desempeñar otra de sus grandes  ocupaciones: Presidenta del Senado. Fue la primera mujer que ha desempeñado este puesto. En 2002 abandona este cargo para presentarse como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Tras ganar las elecciones sin conseguir mayoría absoluta con polémica (dos tránsfugas del PSOE tuvieron la culpa), se tuvieron que repetir dichos comicios para, esta vez sí, conseguir esa mayoría que la llevó a Presidenta de la Comunidad madrileña, siendo la primera mujer que consigue ser elegida como regidora de una comunidad española. En este cargo ha estado hasta el día de hoy, consiguiendo las tres veces que se presentó (2003, 2007 y 2011) la tan ansiada y prestigiosa mayoría absoluta. Antes de las elecciones del año 2011 abandonó temporalmente la vida pública debido a un tumor que tuvo que tratarse, y que, parece ser, es una de las razones por las que deja la vida política –aunque ella recalca que presuntamente está curada, cosa que por otro lado yo deseo que sea verdad-.
Una mujer que jamás se ha mordido la lengua. Suyas son famosas las desavenencias con el ahora Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón cuando éste era Alcalde de la capital. Siempre ha dicho lo que piensa, cosa no muy normal en este mundo, donde las formas se guardan más de lo que, a mi parecer, se debería hacer. Crítica en muchos momentos con la gestión al frente del PP con Mariano Rajoy, muchos han dicho de ella que era así para ocupar el sillón del gallego. Su forma de ver la política se va a echar de menos.
Respetada por sus compañeros, y sobre todo, temida por sus enemigos políticos, va a dejar un hueco enorme en el PP tanto madrileño como nacional. Ahora toca comenzar a ver al Partido Popular sin uno de sus pesos pesados. Toca acostumbrarse a vivir la política sin la eterna Esperanza Aguirre. Ella su lucha política siempre la ha conseguido ganar. Ahora le toca estar cerca de los suyos, de sus familiares y amigos, y de intentar que el maldito cáncer no sea la única manera de derrotarla. Hasta siempre, presidenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario