Ilusiones renovadas

Son ya dos años los cumplidos por Urrutia al frente del Athletic Club. La última temporada, ensombrecida por el caso de las obras, el tema de los Fernandos (Llorente y Amorebieta), la salida de Javi Martínez previo pago de 40 millones, las eliminaciones prematuras en Copa y Europa League, y la mediocre temporada en el campeonato doméstico hacían vislumbrar un cambio de rumbo en el club, con la salida de Bielsa y la renovación en la plantilla. 

Lo primero que se hizo fue fichar al que iba a ser el entrenador de Urrutia desde un primer momento, su amigo Ernesto Valverde. En la campaña electoral se le vio apoyando al entonces candidato Urrutia, y no firmó con él y se arriesgó como hizo el rosarino porque Macua tenía también muchas opciones de ocupar el sillón de Ibaigane. Decidió seguir un año más en Olympiacos, donde volvió a ganar la Liga, y este año se le pudo ver de nuevo en España en el Valencia, donde casi llega al objetivo Champions. Sin embargo, la crisis institucional que viven los chés le obligó casi a decantarse por volver a casa. El buen recuerdo que dejó como entrenador durante sus dos años, y sobre todo, durante sus años como jugador, son su aval.

Pero no solo hay cambios en el banquillo. En la caseta se verán muchas caras nuevas, que vienen para sustituir a pesos pesados que han salido por la puerta de atrás -Llorente y Amorebieta-, y otros que han pasado sin pena ni gloria y salen aún más en el anonimato -como por ejemplo Castillo o Zubiaurre-. Llegan para reforzar la maltrecha defensa el lateral Balenziaga, repescado del Valladolid para intentar asaltar el puesto del lateral izquierdo, y el central Etxeita, que viene a completar un centro de la zaga muy fiable con Laporte, Ekiza y compañía. Para la portería se vuelve a confiar en Iago Herrerín, que vuelve de su cesión en Soria donde ha sido indiscutible durante casi toda la temporada, y va a pugnar con Gorka por ser el inquilino de la meta del Nuevo San Mamés.

Unos metros más arriba se han hecho los fichajes más ilusionantes para la parroquia. Kike Sola viene de Osasuna para intentar hacer olvidar lo más rápido posible a Llorente, y para complementarse con un Aduriz que se ha visto muy solo en el apartado goleador todo el año. Su trabajo, pelea y olfato goleador seguro que son bien recibidos en Bilbao. Pero el fichaje más importante es el de Beñat. El internacional viene del Betis tras hacer el Athletic un importante esfuerzo económico, y viene para hacer junto a Ander Herrera un centro del campo con muy buen toque de balón, además de aportar sacrificio y balón parado, aderezados de un número decente de goles. Si a estos fichajes le unimos el "refuerzo" de Ruiz de Galarreta, podemos decir que el Athletic tiene un futuro muy ilusionante por delante, metiendo poco a poco a jugadores del filial, equipo que ha hecho una grandísima campaña, como Saborit, Albizua, Guillermo, Morán o el prometedor portero Kepa Arrizabalaga.

A poco que aquellos jugadores que este año no han tenido su mejor rendimiento -Muniain, De Marcos, Aurtenetxe, San José o Iturraspe-, se presenta una bonita temporada en Bilbao, con estreno de estadio incluido. Todos a una para intentar devolver al Athletic al lugar que le corresponde, que es la parte noble de la clasificación. ¡Aupa Athletic!