miércoles, 8 de mayo de 2013

Un mito dice adiós



Hoy ha saltado una bomba que nadie -al menos fuera de las Islas Británicas- esperaba. El entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson, se retira. Deja el club donde ha conseguido la gloria y abre paso a una sucesión que se presume interesante y desconcertante. El que venga para sustituir a Fergie va a tener el listón muy, pero que muy, alto.

Alexander Chapman Ferguson (Escocia,1941) fue jugador de fútbol, aunque eso será algo que no se recordará mucho, ya que su estrella brilló con fuerza en los banquillos. El Saint Mirren y el Aberdeen fueron su trampolín para que, en noviembre de 1986 (sí, en 1986) fichara por el Manchester United como entrenador. Si aquí en España nos agobiamos de ver al mismo tipo en el banquillo de nuestro estadio durante más de tres-cuatro años, lo de Ferguson no lo aguantaría ni el más paciente.

De Sir Alex se puede escribir -y mucho- de los títulos que ha logrado, de sus enfrentamientos con los técnicos rivales, de si tenía influencia y poder sobre decisiones arbitrales, y un largo etcétera. Pero si de algo se puede hablar, es del respeto unánime que transmitía el escocés. Era querido, admirado, odiado y envidiado a partes iguales, pero siempre respetado. Han habido temporadas en las que el United ha sido eliminado de la Champions en fase de grupos, temporadas en las que no ha ganado la Premier, años en los que el Manchester parecía ser el tercer equipo de Inglaterra. Y su respeto seguía intacto. Eso es un mérito que él solito ha sabido conseguir.


En este humilde comentario me quiero centrar, sobre todo, en dos asuntos que para mí son muy importantes. El primero de ellos, el conseguir reinventarse siempre para acabar logrando el éxito. Su labor con los llamados "Fergie babies" hizo un equipo espectacular, uniendo la veteranía de los Schmeichel, Roy Keane, Irwin, etc junto a sus canteranos Beckham, Giggs, Butt, Scholes o Gary Naville. Siempre conseguía que su equipo, con un estilo ofensivo claro, lograra ganar. Se fueron los Cantona, Andy Cole, Schmeichel, etc y llegaron otros también muy buenos como Van Nistelrooy, Stam o Sheringham. Con la salida de Beckham y la bajada de nivel de los Butt o Keane también consiguió volver a armar un equipo ganador con jóvenes como Michael Carrick o un tal Cristiano Ronaldo, además de recuperar para el fútbol a Van der Sar.

Entrenador con un fuerte temperamento, si hay un adjetivo que puede calificar su etapa europea es el de superviviente. Las dos Champions que ha conseguido ganar con su amado club han sido a base de fe y de casi un milagro. Temporada 1998-1999. Minuto 90 1-0 a favor del Bayern. Tras el tiempo de descuento, con goles de Sheringham y de Solskjaer, el United era campeón en Barcelona. Primer milagro. El segundo de ellos fue más reciente, y todos se acordarán de la tanda de penaltis de Moscú y el resbalón de Terry. El resto, parada de Van der Sar a Anelka incluida, ya lo conocemos todos. Solo ha ganado dos Orejonas, pero la manera de ganarlas tiene su mérito. Otras finales europeas (sobre todo las últimas contra el mejor Barcelona de la historia) también tienen su mérito.

Ferguson cogió al United con siete títulos de la Liga Inglesa en sus vitrinas. Lo deja con veinte, incluyendo la conseguida esta temporada con una autoridad aplastante. Ferguson deja un legado inigualable, no solo en títulos, sino también en estilo, jugadores, autoridad y ejemplo. Se te echará de menos Sir Alex. Old Trafford no volverá a ser lo mismo sin ti.


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