Bienvenido, Santo Padre

Jorge Mario Bergoglio, arzobispo y primado de Buenos Aires, es el nuevo sucesor del Trono de Pedro en la Tierra. Este jesuita, el primero que ocupa el Pontificado, además se convierte en el primer sudamericano en ser Obispo de Roma.

Hijo de un trabajador ferroviario y de una ama de casa, ambos emigrantes italianos que se instalaron en Argentina, desde muy joven vive con un solo pulmón, lo que demuestra su fortaleza. Una persona muy austera, tanto en formas como en su vida. Le gusta leer a Borges, y es hincha de San Lorenzo de Almagro.

Con estudios de química, decidió dar su vida a los demás, y ya en 2005 estuvo a punto de suceder a Juan Pablo II, Papa que le ordenó cardenal, pero sus súplicas bañadas de lágrimas para que sus compañeros purpurados no siguieran votándole hicieron que Joseph Ratzinger se convirtiera en el ahora Emérito Benedicto XVI. Con gestos como el anterior se demuestra su humildad, su humanidad y su generosidad con el prójimo.

No tengo más que decir que bienvenido, Sumo Pontífice, y que el Espíritu Santo le acompañe durante toda su vida. Eres la luz de la Iglesia en el mundo. Larga vida al Obispo de Roma Francisco.