miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cuatro años más

6 de Noviembre de 2012. El mundo se paraliza por las elecciones de EEUU. Dos personas diametralmente opuestas se presentan a unas elecciones decisivas. Quien crea que la repercusión de estos comicios no llega hasta la Unión Europea y el resto del Viejo Continente no es realista. Unas elecciones siempre son importantes, y en la época de crisis y recesión que todos vivimos, que hayan votaciones en uno de los países más grandes, importantes e influyentes del mundo, hace que su valor e importancia se multiplique exponencialmente.

Barack Obama, el actual presidente, sabía que necesitaba cuatro años más para no dejar sus reformas y sus políticas en tierra de nadie. Ansiaba volver a ganar para no dejar fuera de la Historia ser el primer presidente negro de EEUU. Este segundo y último mandato -recordemos que en el país americano no puedes ser el regidor más de ocho años- era vital para que políticas del demócrata como la reforma sanitaria o la revitalización del sector automovilístico llegaran a buen puerto y se asentaran en los ciudadanos.

Enfrente, Mitt Romney. Un multimillonario que fue gobernador de Massachusetts y que eligió como vicepresidente a un tipo joven pero muy agresivo, del brazo duro del Tea Party, Paul Ryan. Varias declaraciones de ambos, unidas a las de un Senador (que no ha renovado su escaño) que defendía los hijos nacidos de violaciones, no ayudaron a que la sociedad norteamericana pensara en él como el Presidente para su país los próximos cuatro años. Romney, un exitoso empresario, no ha conseguido calar en la sociedad.

Sí que es cierto que el voto popular ha estado casi igualado, pero el modelo electoral de EEUU, muy diferente al europeo, hace que el que más estados decisivos gane (entre ellos Ohio y Florida) tenga más posibilidades de gobernar desde el Despacho Oval. Y Obama ha sido el ganador en estos territorios. La movilización de los demócratas ha sido decisiva, y Obama va a poder seguir siendo el máximo dirigente.

La fuerza con la que entró en 2008 esta vez no es la misma. Muchas promesas que se han quedado por el camino -cerrar Guantánamo, meter mano a Wall Street, etc- no merman su popularidad. El primer afroamericano que llega a ser Presidente del país más fuerte del mundo tiene otros cuatro años por delante para conseguir que EEUU salga de la crisis. La Casa Blanca es tuya. Te la mereces. Enhorabuena.




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