miércoles, 2 de octubre de 2013

La inevitable caída de Berlusconi

Cuando uno piensa en alguien importante en Italia, alguien considerado de la alta sociedad transalpina, además del Papa, todos pensamos o al menos nos viene a la mente la imagen de Silvio Berlusconi. Líder del centro-derecha italiano desde hace veinte años, dueño del AC Milán y hombre fuerte de los negocios de las telecomunicaciones, tenía el mundo a sus pies. Todo el mundo le respetaba, y si no sentían respeto, sentían celos o miedo. Silvio era alguien que lo tenía todo. Era intocable. Era, en pasado. Hasta hoy. Hoy se ha producido el (posible e inevitable) fin político de Il Cavaliere, y puede acabar con sus huesos en prisión. Su partido, el PDL, parece haberse dado cuenta que lo que Berlusconi persigue no es salvar el país de la gestión de Enrico Letta como Primer Ministro. Lo que el dirigente pretende es seguir como Senador para así evitar ser juzgado por las numerosas cuentas pendientes. Cabe recordar que ya ha sido condenado y tendrá que pasar un año en arresto domiciliario y que, además, le va a llevar a que el Senado proponga su expulsión. Esto lo dejaría vulnerable ante los numerosos magistrados que desean meter entre rejas al ex líder italiano.

El pasado fin de semana se produjo algo esperpéntico a la par de peligroso. Como líder del PDL, principal apoyo del PD (partido gobernante) en el Gobierno de Letta, obligó a los cinco representantes de su formación que a su vez son ministros, a dimitir para provocar un cisma e intentar crear tal crisis para convocar de nuevo elecciones y así volver a presentarse y seguir indemne ante los jueces y fiscales. Sus cinco halcones aceptaron su propuesta cual siervo ante su amo, pero Letta fue el que no lo hizo, y propuso una moción de confianza para su Gobierno con el apoyo de Giorgio Napolitano, Presidente de la República italiana. Estos días, con reuniones de los senadores del PDL con representantes de Letta y con gente cercana a Berlusconi, han acabado por devolver la cordura al país, y por tanto, a obligar a recular al ex Primer Ministro en su intento de crear el caos.

Hoy Berlusconi , a sus 77 años recién cumplidos, ha decidido, finalmente y obligado por su propio partido, a dar su apoyo a Letta. Pero su jugada, lejos de dejarlo todo como está, ha provocado algo que ni el propio Silvio había pensado. Una veintena -sino más- senadores del PDL van a salir del grupo de Berlusconi para formar un propio grupo, al que parece que se va a unir Angelo Alfano, secretario general del PDL y hombre fuerte de Il Cavaliere. Recordemos que Alfano, Ministro del Interior y Viceprimer Ministro con Letta y Ministro de Justicia con Berlusconi, fue el que promulgó la Ley Alfano, por la que Berlusconi y otros líderes italianos no tendrían que rendir cuentas ante la justicia por casos y actos fuera de su actividad política. Lógicamente, esta Ley fue rechazada por el Tribunal Constitucional transalpino. Hoy, Alfano parece haber decidido 'volar solo' y dejar a un lado a su mentor, el cual parece más cerca del banquillo de acusados que del sillón de Primer Ministro italiano que tanto ansía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario