martes, 5 de febrero de 2013

Yo confío en Rajoy


Corría el 20 de Noviembre del año 2011 cuando Mariano Rajoy conseguía lo que en otras dos ocasiones no había podido: llegar al Palacio de la Moncloa. El Partido Popular volvía al Gobierno tras siete años de, podemos llamarlo así, gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Todos sabíamos que la tarea a la que el gallego se iba a enfrentar iba a ser una tarea muy complicada, pero el que mejor lo sabía era el propio Rajoy. La labor de sus predecesores al frente del país no había sido la más idónea, pero tocaba cargar con la responsabilidad e intentar recuperar a España de esta situación lo más rápido y mejor que se pudiera.

Los primeros meses de gobierno pasaban con una serie de reformas y de recortes que, para qué negarlo, no le hace gracia ni al mismo Partido Popular, cosa que también era en parte debido a una herencia socialista que resultaba ser peor aún de lo que hasta los más negativos y pesimistas esperaban. Un descontrol del déficit al que hay que culpar tanto a ayuntamientos como a comunidades autónomas, pero también hay que responsabilizar al Gobierno central, máximo responsable de todo lo que concierna al Estado español.  Pasaban las semanas y las reformas, y el estado de la crisis parecía el mismo. El paro seguía (y sigue) subiendo y el estado del bienestar parecía alejarse cada vez más.

Pero no voy a seguir haciendo una descripción biográfica de los meses que Mariano Rajoy lleva al frente del Gobierno, apenas unos catorce. Voy a hablar de algo mucho más grave, que no es otra cosa que las tareas que hoy día están haciendo diversos medios de comunicación en contra de la estabilidad del PP y del Gobierno, apoyados por un Partido Socialista que alienta estas acciones y que quiere ganar en la calle lo que no consiguió en las urnas.

Sindicatos, grupos sociales, PSOE, IU y medios afines a la izquierda política española prefieren pelear en la calle, protestarlo todo e intentar malmeter contra Rajoy y sus ministros –sobre todo contra el señor Wert- en vez de proponer alternativas creíbles, reales y realizables, aunque muchos esperamos poco o nada de un Rubalcaba que ya formó parte de un grupo de trabajo que acabó con la prosperidad dejada por Aznar y que malgastó el dinero en Planes E, subvenciones sin sentido, y demás temas que da miedo recordarlos.
Ahora están saliendo a la luz unos supuestos papeles del ex gerente y tesorero –en este último cargo, recordemos, solo estuvo un año- Luis Bárcenas, imputado en el Caso Gurtel, y que según El País y El Mundo, desenmascaran un conjunto de pagos en dinero negro a cargos del Partido Popular, entre ellos Rajoy, Cascos, Arenas, etc. Acusaciones muy graves, repito, gravísimas, cuando las únicas “pruebas” que dan estos medios son una serie de fotocopias de papeles manuscritos supuestamente escritos por el señor Bárcenas. Pues bien, Bárcenas ya ha dicho que ni esos papeles existen ni esa letra es suya. Si antes se creía que esos papeles eran de Bárcenas, ahora por qué no se va a creer al ex dirigente popular cuando dice que es falso.

A lo que quiero llegar, es que cuando gobierna el Partido Socialista, los casos de corrupción y los escándalos públicos parece que quedan en un segundo plano. ¿O acaso nos vamos a olvidar del escándalo de los ERES fraudulentos en Andalucía, el caso Pallerols en Catalunya, el Caso Campeón, o la Operación Pokemon? Lo que ocurre es que hay muchos sectores de la vida pública que no aceptan que una inmensa mayoría de españoles votara por Rajoy y su equipo. Creen que el Gobierno es coto privado para los socialistas y sus amigos comunistas de IU. Hay que aceptar que el pueblo decidió confiar en el PP, aunque a muchos les duela. Pero yo confío en Rajoy. Yo confío en el Partido Popular. Y confío en la honestidad de la mayoría de las personas que entran en el mundo de la política, ya sea a nivel local, regional o nacional, por vocación de servicio público. Que nadie se olvide de ello, que en política hay mucha gente honrada y muy buena, y podría dar muchos nombres.

Ya está bien de manipulaciones por parte de ciertos periódicos. Ahora toca confiar en la justicia. Seguro que pone a cada uno en su sitio. Será bueno para la democracia. A buen seguro que todo se aclarará y muchos tendrán que pedir perdón y dar muchas explicaciones y rectificaciones.

2 comentarios:

  1. Ciertamente, hay muchas razones para confiar en Rajoy, pero hay más para confiar en la Nación española y los españoles. Rajoy, español, tiene mi apoyo, pero que mantenga la alerta sobre quienes le rodean.

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  2. Yo también confío en que Rajoy siga entregando soberanía a Alemania y siga rescatando bancos. Ánimo Rajoy eres el capitán perfecto del España Concordia

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